En este famoso festival puneño se encuentran bandas musicales y bailarines de todas partes del Perú que al ritmo de la música rodean la Plaza de Armas de Puno y calles aledañas para realizar múltiples pasacalles y demostrar su arte.
En mi opinión, una de las mejores festividades a la que he tenido el privilegio de asistir, la alegría que se siente es infinita y contagiosa. Por lo que es considerada una de las más importantes del Perú y no por nada fue declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en el año 2014.
El festival de la Virgen de la Candelaria consiste principalmente en 2 concursos, una de bandas musicales y el otro de danzas folclóricas como: la diablada, morenada, sicuris, wacawacas, entre otras danzas. Estos conjuntos compiten en su categoría respectiva para llevarse el galardón de mejor desempeño artístico.
Más de 100 grupos de todo el Perú y algunos de Bolivia participan en esta festividad, lo que en total serían más de 45.000 bailarines y músicos. Una de las fiestas más grandes en donde se refleja nuestras influencias católicas y nuestra cultura altoandina.
La Fiesta de la Virgen de la Candelaria se celebra los primeros días de cada febrero, normalmente se celebra todos los años, pero por asuntos de fuerza mayor como la llegada del coronavirus y la situación política del país se ha considerado propicio cancelar la festividad cierto años, por ello, es importante estar al tanto de la confirmación oficial de diferentes instituciones peruanas como la Federación Regional de Folclore y Cultura de la ciudad de Puno, quien apertura las inscripciones de las bandas musicales y conjunto de danzas folclóricas.
El pasacalle de los músicos y los conjuntos de danzas empieza su recorrido por más de 15 cuadras desde el famoso Arco de Deústua, pasando por la Iglesia de la Virgen de la Candelaria hasta llegar a la Plaza de Armas de la Ciudad de Puno.
Una de las cosas más impresionantes que me llevo de la Festividad de la Virgen de Candelaria es el empuje y perseverancia de los bailarines y músicos, ya que a pesar del frío y algunas veces de la lluvia, estos participantes siguen dando lo mejor de ellos y demostrar su interés y su amor al arte, la danza y a la Virgen de la Candelaria. Un privilegio ver a estos profesionales de la danza y música haciendo lo que más aman.
Muchos no saben, pero estos participantes no reciben ninguna ayuda económica por parte de instituciones públicas o privadas, ellos forman grupos para organizarse y poder comprar sus propios vestuarios, instrumentos musicales, pasajes de avión o de bus, su alojamiento y sus gastos de estancia. Realmente es un esfuerzo grande que hacen con pasión y devoción para formar parte del elenco de la Virgen de la Candelaria. Fiesta que a su vez atrae miles de turistas de todo el Perú y el mundo a Puno cada año.